“Agua no apta para beber, para cocinar o incluso para lavar frutas y verduras. En todo el territorio de Acquaro. Esto se establece esencialmente por orden de los comisarios presididos por Umberto Campinique, «ante una nota de incumplimiento de las normas vigentes en un punto de muestreo situado en via «Talomo» (en una casa particular), por parte de la sociedad «Microchim Srl», encargada del servicio», prohíbe «severamente «el uso del agua» para beber (por el momento limitado a esta vía y a la adyacente vía «Canale» pero, de hecho, extendido a todo el territorio municipal). Una advertencia «apocalíptica» que (teniendo en cuenta también la prohibición de cocinar y lavar frutas y verduras, ndr.) ha alarmado a muchos ciudadanos pero que, al parecer, estaría dictada por una precaución «extrema», a la espera de nuevas investigaciones. Según fuentes oficiales, «en un oleoducto privado se encontró presencia excesiva de hierro – nos dijeron – (aunque hace unas semanas se realizaron investigaciones generales en la zona por parte de la ASP, que no encontró anomalías en la zona). , ed.).
La opinión de los particulares es diferente (en la casa vive un enfermo de cáncer), según la cual la comunicación del problema, tanto al municipio como al Asp (agua de color marrón, que lleva años así y que no sólo afecta a la familia que ha planteado la cuestión) se habría hecho hace al menos 2 meses (tras las evasivas de los órganos competentes, que obligaron a los interesados a recurrir a análisis privados). Ante estos «malentendidos» (evitables interviniendo a tiempo), que han causado tanta preocupación entre los directamente implicados (e igualmente alarmismo entre la población), las informaciones del Comisario Campini son tranquilizadoras: «a partir de mañana – declaró – una empresa encargada realizará los oportunos trabajos de verificación de las tuberías «incriminadas» y de las posiblemente conectadas a la misma tubería. La certeza llegará al final de las obras, cuando, ojalá, se haya levantado la alarma y los ciudadanos puedan por fin estar seguros de que consumir agua no implica un «día después» catastrófico.