Las directrices siguen siendo las de mejorar el servicio y salvaguardar los niveles de empleo. Para ello, sin embargo, tendremos que encontrar recursos, hasta el último centavo. Es un desafiante camino que continúa para la implementación del concurso para la adjudicación del servicio de recolección selectiva de residuos en la ciudad, que ayer marcó una nueva etapa con el nuevo enfrentamiento entre la administración municipal y las organizaciones sindicales.
Ya el pasado 18 de diciembre las partes se habían reunido para debatir este delicado tema: hay en juego un contrato por valor de 60 millones de euros, pero también está el impasse debido a la retirada de la licitación anterior a finales de julio que hay que superar, justo ya que es necesario dar respuestas concretas y convincentes a la Anac, la autoridad nacional anticorrupción, que desde hace algún tiempo pone el foco en el asunto.
Por eso ayer el alcalde Nicola Fioritajunto con el concejal de Medio Ambiente, Irene Colosimoy los responsables de los sectores implicados, se reunieron con representantes de FP Cgil, Fit Cisl, Uil Trasporti y Fiadel, para continuar el debate sobre la nueva licitación de residuos. La administración municipal presentó las líneas generales, confirmando que se centrará en mejorar el servicio y garantizar el empleo (actualmente hay 189 empleados en Sieco).