El humo aún no ha adquirido todos los tonos blancos, pero según los expertos ahora sólo se trata de los más mínimos detalles. El concurso para la cesión del servicio de recogida selectiva de residuos está a punto de obtener la aprobación de las fuerzas sindicales que ayer, en el Palazzo De Nobili, volvieron por tercera vez para discutir el contenido de un documento con la administración municipal que deberá garantizar un servicio estratégico para el medio ambiente y la higiene de la capital pero también para la protección de los niveles de empleo. Temas, en particular el segundo, que hicieron saltar por los aires el anterior borrador a finales del pasado mes de julio y siguen siendo hoy fuente de controversia política.
Ayer, por tanto, el enfrentamiento entre el alcalde, Nicola Fioritay el concejal de Medio Ambiente, Irene Colosimo – con el apoyo de los directivos de los distintos niveles del sector competente – con los representantes sindicales de FP Cgil, Fit Cisl, Uil Trasporti, Fiadel y Sul. En el exterior, frente al edificio municipal, una nutrida representación de los trabajadores actualmente contratados por Sieco, la actual empresa que presta el servicio, deseosos de conocer el contenido y las decisiones de un concurso del que también dependerá su futuro laboral.
El encuentro se desarrolló, también en esta ocasión, como se destaca en una nota del Palacio De Nobili, «en un clima marcado por el diálogo constructivo, en el deseo común y confirmado de garantizar la calidad del servicio a los ciudadanos junto con el mantenimiento de los niveles de empleo».