«La reanudación de las obras para la duplicación de Via Carlo V es el resultado reconfortante de un compromiso asumido por la administración municipal desde que asumió el cargo. Es decir, porque todo nos llevó a imaginar que, sin ese compromiso, la ciudad habría perdido un préstamo millonario obtenido diez años antes y se habría desmoronado. Por tanto, los trabajos se reinician, porque gracias a las discusiones necesarias, iniciadas rápidamente y llevadas a cabo por el alcalde, por los sucesivos concejales de Obras Públicas y por el sector de Grandes Obras, se obtuvo por primera vez la prórroga del plazo inicialmente fijado hasta los primeros meses de 2025. de la Región a finales de 2022 y luego, por último, el dictamen final de los Ingenieros Civiles, relativo a la variante del proyecto que se había hecho necesaria. Dictamen notificado el pasado miércoles y que fue seguido en veinticuatro horas con la reanudación de las obras». Así lo afirma en una nota el concejal delegado para la «Mejora del centro histórico», Daniela Palaía.
«Los méritos de esta Administración parecen indiscutibles, aunque sólo sea en su capacidad de llevar adelante el compromiso de una obra indispensable para la ciudad, creando el clima adecuado de colaboración con todos los actores implicados. La duplicación de Via Carlo V se sitúa entre los asentamientos residenciales del centro histórico y el trazado subyacente de los Ferrocarriles de Calabria. De ahí la delicadeza de un proyecto que debía combinarse con la necesidad de conservar los recursos necesarios para su realización. Por tanto, la presión ejercida por el Ayuntamiento ha producido un resultado concreto, que no es nada fácil de obtener y que conserva toda su relevancia estratégica a efectos del tráfico. El nuevo trazado de doble sentido de Via Carlo V, como hemos subrayado varias veces, permitirá un acceso inmediato al centro histórico, para quienes vienen desde el viaducto de Bisantis, sin comprometer el acceso a la propia Via Carlo V, para quienes vienen desde Piazza Matteotti. . Todo ello conservando plazas de aparcamiento. Hay todos los elementos para hablar de una pequeña revolución a la que, sin embargo, nuestra ciudad corría el riesgo de tener que renunciar. Un riesgo que logramos evitar.»