Las miras están puestas en Módena para llegar a Cosenza. El partido contra los Emilianos tiene un impacto importante en la clasificación. El equipo de Sila tiene la posibilidad de terminar el mes invicto. El partido contra Canarias es el último del programa. Hasta ahora, los Wolves han encontrado la continuidad que falta en otras circunstancias. El grupo de Alvini es uno de los siete que nunca ha perdido en noviembre. En la «Marulla», los rossoblù deben recuperar las sensaciones del inicio del campeonato. Las últimas etapas internas fueron decepcionantes en cuanto a resultados. Los empates con Juve Stabia y Salernitana mitigaron el descontento acumulado por las derrotas consecutivas con Sassuolo y Sudtirol. Una racha de cuatro partidos en casa sin ganar que llevó al Bruzia a la abstinencia durante dos meses.
En el último campeonato, Cosenza ya vivió una experiencia similar entre febrero y abril. En total, los rossoblù han jugado seis veces en su feudo y fallaron el tiro de tres puntos, ante Pisa, Sampdoria, Catanzaro, Cittadella, Brescia y Palermo. En el fondo, ahora se presenta la oportunidad de superar la dolencia con la presencia del penúltimo equipo en términos de desempeño externo en el campeonato cadete.
En este inicio, los canarios de Mandelli acumulan tres empates y tres derrotas lejos de la «Bglia». Sólo Mantua tuvo peores resultados. En términos generales, los modeneses son uno de los tres equipos que hasta ahora nunca han logrado lanzar un ataque externo. Una dificultad de expresión que los emilianos ya habían experimentado en el pasado campeonato, cuando sufrieron un fuerte descenso en la segunda parte, sumando sólo una victoria fuera de casa en toda la segunda mitad de la temporada. En ese caso, en la última jornada del año pasado, los modeneses vencieron al Lecco por 3-2. Una cifra que ya no se actualiza y que, por lo tanto, sigue siendo única a lo largo de 2024. El equipo de Alvini tendrá que demostrar su capacidad para aprovechar esta dificultad, con un cinismo mayor que en el partido contra el Salernitana, cuando la victoria local se vio comprometida por la ingenuidad de Martino en el área de penalti.
Módena también se encuentra entre las defensas más derrotadas del torneo en las trece primeras jornadas. Diecinueve goles encajados, lo que supuso un lastre notable en cuanto a resultados. Sólo Brescia y Cittadella tienen peor balance defensivo (20 goles encajados). El 52,63% de ellos fueron encajados en los seis partidos disputados fuera de casa. Por tanto, para cumplir su misión, el colectivo Bruzio tendrá que tener paciencia, esperando el momento adecuado para atacar.
Al mismo tiempo tendrá que volver a ser un búnker en la “Marulla”un terreno de juego en el que siempre ha marcado al menos un gol contrario en los cinco últimos partidos. La última vez que Micai regresó al vestuario sin tener que recoger el balón en la red fue el 28 de agosto, en el partido contra el Spezia. Han pasado casi tres meses desde aquella tarde. Era una tarde, como el viernes. Y quién sabe si la coincidencia es un buen augurio. Todos los habitantes de las orillas del Crati así lo esperan.