El scratch sufrido en Reggio Emilia relanzó al equipo de Massimiliano Alvini. Cosenza se ha recuperado de un período negativo. El resultado conseguido ante un rival directo te permite empezar de nuevo con confianza y mayor seguridad. Los rossoblù siguen en una situación incómoda en la clasificación pero en el «Mapei» demostraron que tienen las claves para competir en la reñida lucha por la salvación. En particular, la primera parte disputada contra los Emilianos nos permite ver el futuro de una forma menos oscura. Cosenza rompió el punto muerto justo antes del descanso, pero creó las circunstancias para tomar la delantera también antes. El equipo de Sila limitó sus errores respecto al partido contra la Juve Stabia y en este caso logró marcar el único gol del partido. Los rossoblù encontraron nuevo brío con la formación 3-4-2-1 durante los últimos 180 minutos. El pueblo de Sila ha encontrado en Ricciardi un punto de referencia. El extremo romano se está labrando un espacio cada vez más importante. Ha marcado dos goles en los dos últimos partidos pero sobre todo genera peligro en el área rival por su capacidad para realizar los movimientos adecuados. Y no es casualidad que, además de los goles, creara otros peligros para los rivales. El martes por la noche, Bardi también le quitó la alegría de marcar antes de marcar el 0-1.
El técnico puede seguir centrándose en Aldo Florenzi. El centrocampista sardo ha retomado su proceso de maduración. El joven de 22 años da la impresión de poder llevar a Cosenza sobre sus hombros. Un líder técnico polivalente, reconocido por los propios compañeros. Su actuación en Reggio Emilia fue abrumadora por momentos. El número 34 es capaz de encender la luz pero también de emprender su propio negocio, buscando por su cuenta el camino hacia Internet. Cosenza supo suplir la ausencia de Camporese. En los últimos tres partidos sin los toscanos, los rossoblù sólo marcaron un gol, generado por un error de salida de Kouan. La fortaleza defensiva sigue representando un buen punto de partida para resistir las dificultades del torneo. Sin embargo, persiste la necesidad de mejorar los números ofensivos.
Los números ofensivos tardan en mejorar. Las ideas tácticas de Alvini compensan las dificultades. El técnico de Fucecchio aprobó la primera parte del martes pero no la segunda. En relación a la segunda parte, realizó algunos reproches a sus jugadores. Le hubiera gustado que el grupo mantuviera un centro de gravedad más alto para evitar ser aplastado por Reggiana, que de todas formas sólo se volvió amenazador en el área de Micai hasta que un centro de Vergara fue recibido por Meroni con un cabezazo en el travesaño. El aspecto psicológico incidió fuertemente en el revés del once, tras un mal período en términos de resultados.
Sin embargo, la victoria emiliana representa la mejor receta para creer en el trabajo realizado. Con Salernitana, ahora, existe la oportunidad de acumular otras señales positivas, con el apoyo de la afición, totalmente alineada con el equipo de Alvini. Un sólido idilio que puede resultar decisivo para lograr una nueva aventura deportiva. El técnico también reiteró la importancia del apoyo de la afición. Sin protagonistas sobre el terreno de juego, el entrenador se ha convertido en el motor. A orillas del Crati capturó el amor de la gente, empatizando con el medio ambiente. Algo que no sucedía desde los tiempos de Pierpaolo Bisoli.
