Las corrientes humanas soplan violentamente en una Cosenza que continúa resquebrajándose en medio de grietas sociales que se abren de par en par a medida que crece la lucha por la supervivencia. La pobreza ya no es sólo la de las almas que sufren, de las últimas que llenan con sus huellas las más remotas periferias sociales. El malestar, ahora, lo componen enjambres de humanidad moviéndose dentro de una ciudad que vive sola cada día de cara al cielo.
Los nuevos pobres son aquellos que luchan por pagar el alquiler, mantenerse al día con sus facturas, enviar a sus hijos a la escuela y llenar el tanque de combustible de sus automóviles. Incluso los gastos de tratamiento han desaparecido de sus presupuestos familiares cuando la elección es entre pan y medicinas. Y, si sucede, también renuncias al médico. Un escenario que sigue empujando a las familias hacia el sobreendeudamiento, un viaje de ida del que es imposible regresar sólo con los propios recursos.
Así lo explicaron bien académicos, religiosos, sindicalistas y banqueros que se reunieron en la sala “De Cardona” del Banco Cooperativo de Crédito para abordar el tema deseado por la Federación Nacional de Crédito de la Ugl y la archidiócesis, con la activa participación de colaboración de la secretaría sindical local y Bcc Mediocrati.
Y la queja de Don Francisco Bilottodirector de la Pastoral de la Curia, certifica las dificultades vividas en muchos hogares de Cosenza: «Las dificultades aumentan en el centro histórico, las familias no pueden pagar las facturas y, si surgen gastos sanitarios, todo empeora. Caritas intenta intervenir pero la magnitud de los problemas es alarmante. Dificultades también para nuestros «Bancos de Alimentos» que han reducido las cantidades distribuidas debido al absurdo «apretón» decidido a nivel europeo. Mientras tanto, y estamos realmente preocupados, el tráfico de drogas alcanza niveles sin precedentes. Por eso proponemos activar la «mesa de escucha y consulta» entre todos: Iglesia, Unión y profesionales. Juntos para acompañar a los frágiles, debemos dejar claro que no dejamos a las personas solas. Estamos decididos a dar respuestas para no entregar parte de la ciudad a la ilegalidad porque debemos «guardar» la legalidad y la dignidad».