Después de ocho largos años, el resultado fue «siempre esperado y valorado». Así los abogados Armando Veneto y Annamaria Tripepi, abogados delel ex alcalde de Villa San Giovanni, Antonio Messina, sobre la sentencia absolutoria porque el hecho no existe.
Messina había sido enviada a juicio en diciembre de 2016 por un cargo definido por los abogados como «infame e inexistente», es decir, corrupción por actos oficiales «agravados por el art. 7 de la ley 203/91», es decir, facilitación de la mafia y, tras la desclasificación en el caso menos grave del art. 318 del código penal, condenado en primera instancia a 3 años y 4 meses de prisión.
El Tribunal de Apelación, en segunda instancia, había vuelto a determinar la pena en dos años con exclusión del cargo agravante de mafia. Fue el Tribunal Supremo de Casación, «al anular la sentencia condenatoria con aplazamiento para un nuevo examen, afirmar nuevamente que el razonamiento probatorio del Tribunal de Distrito de Reggio Calabria era erróneo e inadecuado para sustentar una sentencia de culpabilidad (conforme al art. . 318 cp), destacando, como siempre sostienen los defensores, que se ha pasado por alto el hecho de que un alcalde, en virtud de su función, debe tener contactos amplios en materia de cuestiones administrativas que afectan al territorio. La «confianza» que mostró el administrador con un grupo de sujetos interesados en la reapertura del Centro Comercial, tanto en términos de dinamizar las actividades económicas como de garantizar los niveles de empleo, no prueba un acuerdo ilícito».