La nueva doctrina nuclear rusa, adoptada hoy con un decreto del presidente Vladimir Putin, define el uso de armas atómicas como «un medio de disuasión como medida extrema y último recurso» con fines de defensa. Pero amplía sus posibilidades de uso en función de la situación actual, según explicó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. La nueva doctrina sustituye a la vigente desde 2014 y prevé que el uso de armas nucleares debe ser decidido por el presidente.
Soberanía e integridad
Entre los principales cambios introducidos, subraya la agencia Tass, la doctrina anterior preveía el uso de armas nucleares sólo en el caso de que «la existencia misma del Estado estuviera amenazada». Ahora el concepto se ha ampliado, previendo también una respuesta nuclear a una «amenaza crítica a la soberanía y la integridad territorial» de Rusia o Bielorrusia, su estrecho aliado. Una amenaza que proviene tanto de un ataque con armas atómicas como convencionales.
OTAN y Ucrania
El documento prevé que cualquier «agresión de un Estado que pertenece a una coalición militar (por ejemplo la OTAN, ndr.) contra la Federación Rusa y sus aliados será considerada como una agresión de toda esta coalición». Además, una agresión «por parte de un Estado no nuclear con la participación o el apoyo de un Estado nuclear se considerará un ataque conjunto».
Cuando se le preguntó si esto significa que Rusia también podría dar una respuesta nuclear a los ataques no nucleares de Ucrania utilizando misiles suministrados por países occidentales, Peskov respondió afirmativamente. «Sí, se menciona», dijo el portavoz del Kremlin. Sin embargo, también se detallan los criterios para una evaluación de amenazas. Entre ellos se encuentra la existencia de información fiable sobre el lanzamiento de un ataque «masivo» contra Rusia con medios aéreos y con misiles cruzando la frontera estatal.
Terceros estados
La nueva doctrina establece que una respuesta nuclear también puede dirigirse «contra Estados que pongan a disposición el territorio, el espacio aéreo o marítimo y los recursos bajo su control para la preparación y ejecución de una agresión» contra Rusia.
El arsenal nuclear ruso
Rusia es considerada la principal potencia nuclear del mundo, con casi 6.000 ojivas. El Boletín de los científicos atómicos Sin embargo, estimó que para 2022, 1.500 de estos habrían sido retirados para su desmantelamiento. De los restantes, casi 1.600 estarían realmente desplegados y listos para su uso, mientras que el resto sería «reserva».
De los operativos, 812 se instalarían en misiles balísticos terrestres, 576 en misiles balísticos lanzados desde submarinos y 200 en bases de bombarderos pesados. Las ojivas nucleares se clasifican comúnmente en estratégicas, capaces de alcanzar objetivos más distantes, y tácticas, que podrían emplearse en teatros de guerra. Se estima que Moscú dispone de 1.900 dispositivos tácticos.