Ayer por la mañana por enésima vez se afrontó ante la sala penal del tribunal de apelaciones, en este caso presidido por la jueza Katia Mangano, el último tramo jurídico de la operación «Concussio» que aún sigue en pie, es decir, las solicitudes de extorsión durante las obras de restauración del las esculturas al aire libre esparcidas en el valle de Halaesa de la Fiumara d’Arte del mecenas Antonio Presti.
Y estamos ante la segunda remisión del Tribunal Supremo, debida esencialmente a una «falta de motivación» que, según los jueces romanos, es el principal defecto de las dos sentencias de apelación anteriores.
En este caso el juicio se refiere únicamente a Giuseppe “Pino” Lo Re e Isabella Di Bella, quienes en noviembre de 2022 por el segundo veredicto de apelación fueron condenados a 4 años y 2 años y 6 meses respectivamente, con exclusión por parte de esos jueces de la circunstancia agravante de El método mafioso. Ambos están asistidos por los abogados Giuseppe Serafino y Alvaro Riolo.
Y ayer por la mañana, después del informe introductorio del juez Antonino Giacobello («una vez más el Tribunal Supremo de Casación vence a este tribunal»), fue el fiscal general adjunto Maurizio Salamone quien formuló las peticiones de la Fiscalía, refiriéndose esencialmente a las «conclusiones previas», es decir los relativos al segundo juicio de apelación que luego condujo a las dos condenas. Para escuchar los argumentos de la defensa, sin embargo, habrá que esperar hasta el 13 de diciembre, y presumiblemente la sentencia se dictará ese mismo día.
Esta es la sensacional historia de las infiltraciones mafiosas de los clanes Mistretta y San Mauro Castelverde con solicitudes de extorsión a la empresa Pegaso di Brolo, que en 2015 se dedicó a las obras de restauración de la Fiumara d’Arte: el pago de 50 mil euros en dinero en efectivo, contratando a tres trabajadores y comprando un suministro de concreto en una planta en particular. Extorsión agravada por el método mafioso en el contrato de un millón de euros anunciado por el Ayuntamiento de Mistretta para las obras de valorización y utilización de los 12 emplazamientos de la «Fiumara d’Arte» en el Valle de Halaesa. Un asunto que también llevó al cabo de un tiempo a la disolución del municipio de Mistretta a causa de la mafia.
