Reggina, la verdadera fuerza es el colectivo. Falta la «guinda» de una chaqueta bomber pesada

Reggina reanudó su trabajo ayer después de las vacaciones de Navidad. El equipo realizó una doble sesión en el polideportivo de Sant’Agata, trabajando también en el gimnasio. Hasta Año Nuevo, los Amarantos se entrenarán en las instalaciones de Via delle Industrie, antes de trasladarse a Campo Calabro el jueves 2 y viernes 3 de enero.. Días importantes de preparación, porque el calendario se volverá bastante intenso: después del partido del domingo contra el Igea Virtus, el equipo de Trocini tendrá tres compromisos en una semana: el choque directo en casa de Scafatese (12 de enero), la recuperación en Favara (15º) y Città di Sant’Agata (19) en Granillo. Retos que Reggina debe afrontar en el mejor estado general posible. Hasta ahora, el campeonato ha dicho que el equipo se expresa mejor cuando puede contar con toda la plantilla. Lo demuestra el hecho de que, hasta ahora, no ha surgido ningún individuo o futbolista destacado capaz de marcar la diferencia por sí solo a largo plazo. Por supuesto, a veces ha habido jugadas que decidieron un solo desafío y la extraordinaria hazaña ganadora de Ragusa contra Locri, pero está claro que hoy el equipo amaranto se encuentra su fuerza principalmente en lo colectivo.
También hay parámetros, el tiempo de juego de los individuos, de los que se desprende una distribución bastante general en la plantilla. Hasta la fecha, considerando sólo los partidos del campeonato, el jugador más utilizado es Girasole, que ha disputado quince de dieciséis partidos. Cifras similares para Barranco y Ragusa: todos los demás están un poco por detrás. En algunos casos (por ejemplo Barillà y Forciniti) influyeron las lesiones o las suspensiones, en otros hubo decisiones técnico-tácticas que resultaron en una falta de continuidad en el once inicial.
Al analizar estos números, la línea entre la profundidad del equipo y la falta de una estructura básica siempre es delgada. Sin embargo, desde su rueda de prensa, Trocini (cuya gestión se prolonga durante cinco partidos) había insinuado que cambiar poco habría representado la certificación de que, en una determinada fase, las cosas irían bien.
Con un equipo cada vez más cerca de estar completo, la gestión será crucial. También porque, como se ha destacado varias veces, la Reggina quizás no sea el mejor equipo del once, pero probablemente lo sea en cuanto a su plantilla. Prueba de ello es que Siracusa ha optado por ampliar su plantilla con Bonacchi.
Para una Reggina que se centra en lo colectivo, la idea sigue siendo que al menos un ataque importante en ataque puede dar el sprint adecuado. Se trata de una individualidad que, confiando también en el crecimiento de los presentes en la plantilla, puede, por ejemplo, asegurar aquellos goles que le faltaron al delantero central en el conjunto de la producción ofensiva del equipo. Y probablemente también llegue un defensor.

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