La prisión de Arghillà corre peligro de colapsar debido a la escasez de policía penitenciaria, al hacinamiento en las celdas, a graves problemas estructurales y, sobre todo, como escribe el diputado de Forza Italia, Tommaso Antonino Calderón, en la pregunta presentada al Ministro de Justicia Carlos Nordio, ¿La seria duda sobre «cómo garantizar el respeto a los derechos humanos y la seguridad del personal del Cuerpo de Policía Penitenciaria y de la propia institución penitenciaria»? Preguntas y temas extremadamente delicados a los que el Guardián de los Sellos respondió con especial puntualidad.
Sobre la plantilla: «A partir de los datos facilitados por el Dap sobre la población penitenciaria, se representa que a 4 de septiembre de 2024, en la prisión de ArghillàHay un total de 327 internos presentes, frente a una capacidad reglamentaria de un total de 294 plazas disponibles, revelando un porcentaje de hacinamiento de 11.22 por ciento, inferior tanto al índice porcentual promedio regional (15.69%) como al nacional (31.66%)».
Derechos humanos y habitabilidad: «No existen violaciones de los parámetros mínimos establecidos por el TEDH, dado que casi todos los internos disponen de una superficie habitable de más de 4 metros cuadrados. Para frenar el hacinamiento crónico, la Dirección General de Prisión y Tratamiento gestiona los procedimientos de reequilibrio a escala nacional de la población carcelaria, tanto perteneciente al circuito de alta seguridad como perteneciente al circuito de media seguridad, mediante un seguimiento oportuno y constante».