Los robos de autos ocurridos en los últimos meses en el municipio de Girifalco han elevado el umbral de atención de la policía. Un fenómeno insólito, el de los robos de coches en los centros del interior, pero que en los últimos tiempos no parece eximir a las zonas tradicionalmente «libres». Lamentablemente, el párroco de Girifalco y vicario foráneo de la diócesis de Catanzaro-Squillace no escapó al molesto crimen. Don Antonio De Gori quien denunció el robo de su Fiat Panda a los soldados de la Compañía Girifalco. El robo se produjo en la pequeña plaza detrás de la iglesia de Santa Maria delle Nevi, por tanto en una zona céntrica de la localidad, por donde transitaban vehículos y personas a todas horas. Inmediatamente se iniciaron las investigaciones para localizar al autor o autores del robo, también con el objetivo de encontrar el vehículo. De hecho, la policía ha obtenido imágenes de cámaras públicas y privadas presentes en la zona, con la esperanza de identificar a los ladrones. Es probable que se trate de ladrones en movimiento que esperan revender las piezas: los Fiat Panda se encuentran entre los coches más «populares».