Ha llegado la víspera de Scafatese-Reggina. Mañana en Campania habrá un choque directo que puede decir mucho sobre el futuro y el potencial de los dos equipos. Esto será especialmente cierto para los hombres de Bruno Trocini, que hoy volverán a trabajar a puerta cerrada en el polideportivo de Sant’Agata.
Los amarantos buscan puntos fundamentales, pero también intentarán darse un regalo de cumpleaños. Hoy, 11 de enero, se cumple ciento undécimo aniversario de la fundación de la Unione Sportiva Reggio Calabria, primer nombre del histórico club. Respecto a hace un año, existe la considerable noticia de que la principal expresión futbolística de Reggio ha vuelto a jugar con el nombre de Reggina y su logo más conocido.
Lo que aún falta es una continuidad absoluta de resultados que puedan ayudar a salir de la Serie D. Y trataremos de encontrarlo también en el desafío con uno de los protagonistas de la historia del Amaranto: Gianluca Atzori, entrenador del Scafatese que fue a la vez futbolista y entrenador a orillas del Estrecho. Será un partido diferente a los últimos, porque respecto a otras ocasiones el Reggina no sólo tendrá que preocuparse de hacer valer su nivel técnico. Enfrente tendrá un rival que tiene una plantilla importante para la categoría y calidad en sus figuras más importantes.
Probablemente también será un desafío de ajedrez entre los dos entrenadores. Es poco probable que la Reggina desvirtúe ese 4-3-3 que en los últimos días parece ser la base táctica adecuada para construir el futuro, aunque con interpretaciones potencialmente diferentes dependiendo de las características de los protagonistas. Sin embargo, hoy la amplia oferta en la plantilla también puede abrir el camino a nuevas reflexiones y perspectivas.
Se puede partir de la portería donde jugó como titular la generación de 2006 Lagonigro en los últimos días. El de Scafatese podría ser un partido en el que podría ser el turno de Martínez entre los palos, considerando la posibilidad de buscar mayor experiencia en un partido tan delicado. La hipotética jugada se combinaría con la inclusión de Forciniti (2006) en el centro del campo, para completar el trío de unders en el once y dotar al sector crucial de un jugador que asegure carrera y dinamismo en un partido destinado a ser muy intenso.
Pero puede haber muchas otras dudas. Por ejemplo, Cham, tras ser excluido de Igea Virtus por motivos disciplinarios, está disponible. Ndoye lo hizo muy bien como lateral izquierdo, pero quizás sea menos «defensor» que su compañero y en un partido potencialmente bloqueado, quién sabe si en las reflexiones de Trocini sobre la formación siente la necesidad de los saques de banda del gambiano que se convierten en cruces auténticas.
Matices que todo entrenador tiene el deber de considerar, para luego creer quizás que la mayor continuidad posible es el camino correcto para una Reggina que finalmente ha encontrado una identidad. Sin duda este Scafatese-Reggina es un partido que por primera vez genera un poco de expectación en la ciudad y no ocurría desde hace más de un año y medio. El sold out del sector invitado es el otro elemento que demuestra cómo empieza a soplar un poco de viento de amaranto.