Años antes del asalto del 7 de octubre de 2023, los líderes de Hamás había planeado una ola mucho más agresiva de ataques terroristas contra Israel que incluyó la demolición de dos rascacielos de Tel Aviv al estilo del 11 de septiembre.. Según documentos del grupo capturado por el ejército israelí que tuvo acceso The Washington Post, Hamás pretendía atacar utilizando trenes, barcos e incluso carros tirados por caballos, convocando a sus aliados -Hezbolá e Irán- para un ataque coordinado contra Israel desde norte, sur y este, como ya reveló el New York Times.